Todos conocemos el mito de que los gatos caen siempre de pie, y en este caso es un mito verdadero. Para ello nuestras apreciadas mascotas poseen un mecanismo que les permite este movimiento.
Los gatos tienen una columna vertebral mucho mas flexible que la nuestra, además no tienen clavícula lo que les permite así una gran movilidad de giro sobre su propio eje. De esta forma un gato es capaz de revolver a gran rapidez.
En el fondo el movimiento de caída de un gato se basa en el principio de conservación del momento angular, algo que gratamente me sorprende.
¡¡¡Un gato sabe física sin saber que sabe física!!!
Vamos a explicar el movimiento con el siguiente dibujo
Al
caer el gato encoge
la cabeza y sus patas delanteras girándose hacía un lado. Expande
sus patas traseras girándolas en sentido contrario gracias a que su columna es muy flexible
(como si escurrieses una toalla mojada).
Para
que se conserve el momento angular, el giro de las patas delanteras
(encogidas) será más rápido que el de las traseras (expandidas) …. y esto lo sabe el gatito!!!
Posteriormente
el gatito hará lo
contrario.
Extenderá las patas delanteras y encogerá las traseras, girándose en sentido
contrario. Así el movimiento de las patas traseras será mas rápido.
El
gato hará estos movimientos una y otra vez hasta que consiga colocarse recto y
con las 4 patas hacia el suelo.
¡Estos movimientos los realiza el
gato en décimas de segundo
Además los gatos tienen otra habilidad, que se le llama la habilidad del gato paracaidista. Una vez tienen las 4 patas orientadas al suelo, curvan su espalda y expanden las patas poniéndose en posición de paracaídas, de esta manera reducen el rozamiento con el aire disminuyendo la velocidad de caída. Es tal el efecto que son capaces de reducir hasta en 85 km/h su velocidad.
Un aminal capaz de hacer todo esto, yo creo que se merecen nuestro respeto no?. Trátalos como se merecen. Espero que hoy hayamos aprendido algo nuevo. Nos vemos en el siguiente artículo.
Que la Ciencia os acompañe!